Llevo muchos años preguntándome cómo será Dios, quién sera Dios, etc. Siempre me lo imaginé como me lo describieron cuando era pequeño, en los libros de religión, un señor mayor, con cara de buena y noble persona, con una larga melena blanca y gran barba blanca. Ese tipo de personas con la que te quedas tranquilo y sereno en su compañía.Así, cada vez que me encomendaba a Dios, me lo imaginaba así, y rezaba mis oraciones. Sentía paz interior y, sentía fe.
Cuanto más he aprendido sobre la vida y sus conocimientos, me surgen dudas que me hacen replantear la figura de Dios. Y no para nada malo. Solo con el afán de entender.
Se oye hablar de que Dios está en todas partes, se habla de la fe, de creer, se habla del bien y del mal, se habla de amor, de energía.
Todo esto y otras muchas cosas, me hacen pensar y pensar...... y al final pienso que DIOS SOMOS TODOS. Si...., es como las células de nuestro cuerpo, que tienen vida propia y juntas con los otros millones de células que tenemos, forman nuestro maravilloso cuerpo humano, incluidas las malignas.
Todos nosotros, todo lo que existe, forma parte de Dios, y que el mundo y sus seres vivos sean buenos o malos, dependerá exclusivamente de nosotros. Como en nuestro cuerpo, en el que hay células buenas y otras que son malignas.
Creo que el secreto para que todo marche bien (a parte del amor) está en la fe, y yo observo que cada vez tengo más fe en los propósitos a los que me encomiendo. La fe te da fuerza, optimismo y hace que se te presenten los recursos a tu alcance para conseguir los objetivos. Es como si a través de la fe proyectaras tus objetivos, y fueran arrastrados hacia a ti como un imán. Claro esto no es fácil, no se trata de pensar en algo y ¡¡plaschhhh.....,!! ¡¡ya está conseguido!!.
La fuerza de la fe, es la que te proporciona los recursos, y esto se traduce en que se te ocurren ideas para mostrarte qué debes hacer para poner en práctica y conseguir que se materialicen los objetivos.
Da la impresión de que con amor y fe, todo es posible. Sí... y cada vez lo creo más....!! Y conste que no me estoy volviendo un santo, jajaja !!
Este es el mensaje que nos han enseñado a casi todos desde que nacimos: "amáos los unos a los otros como yo os he amado", y nos han hecho conocer otras consignas, como el honrar, el perdón, el ayudar, la compasión, etc...
Al final todo se resume en lo mismo: Amor.
Ahhh!!! Es un tema tan largo, tan profundo, tan difícil de entender.......
La cuestión es que yo he llegado a la conclusión de que Dios somos todos, y entre nosotros conviven el bien y el mal, y que lo que nos ocurra, solo dependerá exclusivamente de nosotros mismos.
Es posible, que algún día, cuando esto se comprenda mejor, abramos nuestros corazones y deseemos obrar bien en pro de nosotros mismos, o lo que es lo mismo, de DIOS!!
